En rojo y negro.

Cuando queremos comprar cueros, vamos a los negocios de San Juan y Boedo. Pero no a cualquiera, nos atraen aquellos que tienen nuestra impronta. Viejos, revueltos, atendidos con amabilidad por viejos o jòvenes que saben de què hablan, con mucho, mucho, mucho olor a cuero...

Carteras medianas labradas a mano en cuero rojo y negro.

Espero que se pueda ver el trabajo en el cuero. Se hace con un cincel  a golpe.

Es un morralito mediano en cuero negro. La silla donde reposa la compramos en una casa de antigüedades. Tambièn restauramos sillas. Ya te la vamos a mostrar.

Ya tenès en tu mano la tarjeta SUBE, nosotros ya tenemos los tarjeteros.

Todo combina. No sabemos cuando se acaba el verano.

Este morral no està a la venta. Es mìo. Entra una carpeta nùmero cinco. Mis cuadernos y libros de Historia. Ademàs de la netbook. Es super amplio. Tiene bolsillos internos y uno externo para poner el celu y lo que quieras.

Estas son las extravagancias.

Hace unos dìas estuvimos en Còrdoba. Quillango, el grupo en el que mi hermano canta, actuò en Cosquìn. Los acompañamos. Fuimos a San Marcos Sierra. ¿Y què? Hippiessss... por todas partes. Me hizo recordar que hace unos meses tenìa rastas. Me las cortè.  A lo varòn, dirìa mi mamà. Es còmodo. Y va bien con estas sandalias. Gabi me hizo unas con guarda pampa. Estas estàn trenzadas a mano. Sè que debe haber cientos de artesanos que hacen algo parecido. Pero si vieran los dedos còmo me quedan despuès de estar media hora trenzando el cuero, rojos y dolidos. Pero es bueno el resultado. Espero que lo aprecien.

Aprendimos a trenzar el cuero, en cuatro, seis, doce cueros. La plantilla està labrada a mano.

 Mucha gente viene al negocio buscando soluciones. ¿Cuàles? Tengo el pie gordo. Tengo un pie màs gordo que otro, y no soy extraterrestre. Calzo el 41 y medio  y me llamo Yèsica y soy chica. Soy Marcela, travesti, y me gustan los tacos altos, muy altos y aquì estamos para dar las soluciones, del màs chico, del 34, o el 35 al que quieras, venì y diseñamos juntos.

Para las chicas sandalias tipo hindù. Lindas. Las podès usar todo el dìa.

Novedades...

Te mostramos otras de las cosas que hacemos. Si te gustan publicalo en en el blog. Te esperamos...

Fueron nuestros primeros diseños pintados a mano

A Gabi le gusta el blanco. Carterita pintada a mano.

Las carteritas se complementan con las alpargatas pintadas a mano.

Para los tradicionalistas. A mi papà le encanta la doma de caballos. Por eso pintamos estos diseños. Atràs encontràs el vaso para tomar un buen vino tinto. Te recomiento el tempranillo de Santa Julia. Y un asadito hecho con quebrachitos... no con carbòn...

Si te gustan, atrevete. Son alpargatas pintadas a mano.

Las alpargatas del medio combinan con una de las carteritas blancas.

Monederos... bolsos y tarjeteros.

Monederos medianos hechos en cuero con bolsillos internos y externos

Monederos en simil carpincho y en cuero en variados colores

La primera referencia a un monedero está en los jeroglìficos egipcios, que muestran las bolsas usadas alrededor de la cintura.
En Europa en el siglo XIV demostraron el estado social basado en el bordado y la calidad del bolso. En este tiempo los monederos los usaban principalmente las mujeres y por lo tanto fueron unidos a su faja.
En el siglo XV, los hombres y las mujeres comenzaron a  usar los monederos. A menudo fueron bordados o adornados finamente con oro. Era costumbre que los hombres den a sus nuevas novias los monederos bordados con una ilustración de una historia de amor. Más adelante, las mujeres, al usar vestidos màs finos prefirieron usar sus bolsas debajo de sus faldas.
En el siglo XVI, los monederos o bolsos comenzaron a ser hechos con materiales como cuero y sujetado con un lazo en forma de tapa. Fueron introducidos los bolsos grandes de paño que usaban los viajeros diagonalmente a través del cuerpo.
En el siglo XVII, los bolsos llegaron a ser más complejos y elaborados. Las habilidades tales como bordado y costura dieron lugar a las ilustraciones cosidas en los monederos. Alrededor del año 1670, en los pantalones de los hombres se incorporaron los bolsillos traseros para llevar los monederos.
En el siglo XVIII, las mujeres comenzaron a llevar dentro de los bolsos,  monederos, que contenìan distintos adminìculos, colorete, el polvo de la cara, el perfume, tarjetas, las sales que olìan...
En el siglo XIX se popularizò el tèrmino "bolso". Las mujeres comenzaron a llevar bolsos con los sujetadores complicados, compartimientos internos y cerraduras.

En Argentina, el monedero tuvo y  tiene mùltiples usos. Hasta hoy era imprescindible para llevar las monedas para el colectivo. Pero la era de la electrònica, que todo lo cambia, e impone el uso de la tarjeta para pagar el boleto, sostiene el nombre de monedero. La tarjeta que vamos a llevar para viajar se llama tarjeta monedero. Ya hicimos, en cuero, estuches para guardarlas...

Monederitos en cuero labrados a mano

Para todos los gustos...

Tratamos de que nuestro trabajo sea diverso. Distintas formas y combinaciones de colores, que a veces se hacen a propòsito para ahorrar cuero en los primeros intentos o que tratamos que sean texturas y colores que se puedan mezclar en el sentido estètico. De hecho, hicimos un monedero con un molde nuevo, hace unas semanas, una combinaciòn horrible de colores. Lo dejamos a la vista, entrò al negocio una señora buscando comprar monederos y le mostramos los distintos modelos, sin embargo vio aquel y no quiso otro. ¿Artesanìas o mal gusto de la señora? Tema para discutir...

Estereotipos

¿Por què hablar de estereotipos? Cuando se habla de artesanos, muchos tienen una idea preconcebida de quiènes son y còmo son los artesanos. Que pueden ser variadas, el hippie con rastas y su manta en la plaza, el que trabaja para un sector exclusivo, el que trabaja para un sector "progre", que aprecia el trabajo, etc. Tal vez podamos iniciar un nuevo estereotipo, porque no nos podemos encasillar en los que nombramos antes. Trabajamos en un barrio, vivimos en un barrio del conurbano bonaerense y anhelamos que nuestros vecinos,  ustedes puedan conocer lo que hacemos, pero queremos que esto que hacemos adquiera para todos un valor de uso.

Decimos que somos artesanos. Porque en lo que hacemos estàn implìcitos: el trabajo pràctico, el pensamiento, la creaciòn, los sentimientos y ademàs, ninguno de nuestros "productos", es igual a otro, a veces nos proponemos fabricar en serie. No nos sale, tampoco queremos que asì sea. Porque pensamos que allì se centra precisamente el concepto de artesanìa.Cuando Gabi hace un molde, siempre, siempre, dice: es un experimento, estamos experimentando. El primero se va modificando con cada uno de los que vuelve a hacer. No hay dos iguales.

Un poco de historia...

¿Hasta què punto el zapatero como filòsofo y polìtico era fruto de su oficio?. Al parecer, esta pregunta tiene dos aspectos, uno de ellos relacionado con la alfabetizaciòn; el otro, con la independencia.
La alfabetizaciòn y la proverbial aficiòn del zapatero a los libros y la lectura son difìciles de explicar, ya que en la naturaleza del oficio no hay nada que introduzca a pensar en alguna relaciòn profesional con la palabra impresa, como ocurre entre los impresores. Se han hecho conjeturas en el sentido de que su habilidad para trabajar el cuero hacìa que con frecuencia se les encargase la encuadernaciòn o la restauraciòn de libros, y tambièn en el sentido de que sus tenderetes estaban junto a los de los vendedores de libros. Pero no hay ninguna prueba que corrobore tales conjeturas...(Hobsbawm Eric, "Gente poco corriente. Resistencia, rebeliòn y jazz". Barcelona. Crìtica. 1999.)

Èl es Gabi, està junto a sus sobrinos Juliana y Lucas.

El "tenderete" està ubicado en la San Miguel, en la calle Maestro Ferreyra 2767. Hace unos cuantos años que trabajamos allì. Combinando la reparaciòn con la creaciòn. ¿Què hacemos?

Carteras, morrales, monederos, estuches para asado, cintos, revisteros,  todo en cuero. Pintado y labrado.

Somos nuevos en este camino... Queremos mostrar nuestro trabajo.

Hola: Por ahì parece muy rudimentario nuestro primer intento de comunicarnos... Pero alguien dijo que Internet democratizò la comunicaciòn. Y entendemos que la comunicaciòn es un ida y vuelta. O sea que necesitamos del otro. El otro sos vos.
Nosotros somos Gabi y Beti. Vivimos en Moreno, una localidad de la provincia de Buenos Aires en Argentina. Gabi es zapatero remendòn, Eric Hosbsbawm, el historiador inglès, habla de ellos, Gabi, se acerca perfectamente al estereotipo. Canta todo el tiempo, mientras cose o recorta cueros para arreglar los zapatos o las zapatillas. Yo, Beti, soy docente, profesora de Historia. Trabajo todo el año escolar y en mis vacaciones acompaño al zapatero remendòn, pintando cueros, que se convertiràn, gracias a esas manos de dedos largos y un tanto gorditos en carteras o monederos...
Queremos mostrar nuestro trabajo. Queremos que se enteren de lo que hacemos y en realidad queremos comunicarnos...
Ah! Yo, Beti, tengo un hermano, canta en un grupo, es conocido en nuestra localidad. Màs adelante, cuando suba las fotos y te muestre què hacemos, tambièn te voy a invitar a que escuches sus canciones...